Los presidentes de Colombia, México y Brasil, Gustavo Petro, Andrés Manuel López Obrador y Luiz Inácio Lula da Silva, en alianza estratégica para encontrar una solución negociada a la crisis poselectoral en Venezuela. Este jueves, los tres mandatarios realizaron una videoconferencia donde acordaron intensificar las presiones sobre el gobierno de Nicolás Maduro para que entregue las actas de votación, las cuales no han sido publicadas siete días después de los comicios. Además, buscan facilitar una negociación directa entre Maduro y el opositor Edmundo González, excluyendo a María Corina Machado, una figura opositora inhabilitada por el chavismo.
Durante la reunión, los líderes destacaron la importancia de evitar una escalada de violencia y encargaron a sus cancilleres dar seguimiento a estas iniciativas. No se descarta una próxima reunión en Venezuela.
Machado, aunque inhabilitada, ha sido una figura central en la campaña opositora, y su sustituto, González, aparece como el candidato en las papeletas. Según la oposición, los resultados no oficiales muestran una victoria para González con el 67%, frente al 30% de Maduro, mientras que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró la victoria de Maduro con el 51.9%.
La principal dificultad radica en convencer a Machado de ceder su protagonismo a González para facilitar las negociaciones con el chavismo. Los diplomáticos colombianos tienen la tarea de persuadirla, mientras México, a través de su canciller Alicia Bárcena, mantendrá los contactos con el gobierno venezolano.
Estados Unidos, a través del secretario de Estado Antony Blinken, ha reconocido a González como ganador, lo cual complica las negociaciones. Sin embargo, los presidentes latinoamericanos buscan avanzar sin la presión adicional de Washington.
Además, una llamada pública del presidente chileno Gabriel Boric a Petro complicó temporalmente las conversaciones, pero la crisis se resolvió rápidamente. Los tres países emitieron un comunicado conjunto pidiendo una verificación imparcial de los resultados y llamando a la calma para evitar más violencia, que ya ha dejado una docena de muertos y cientos de detenidos.
Finalmente, se está considerando la posibilidad de organizar una reunión entre González y Maduro en un lugar neutral, con la presencia de militares como garantes para asegurar un acuerdo que garantice la no persecución judicial ni política de los dirigentes chavistas y opositores.
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